De lunes a viernes
Fabricio Ballarini

¿Por qué los dulces y las grasas generan tanta adicción?

Fabricio Ballarini, investigador del CONICET, aseguró que la adicción a los dulces y a los alimentos ricos en grasas tienen una explicación científica. Todos los detalles en el video.

A quién no le pasó, alguna vez, de estar sumamente antojado de bocaditos, snacks o todo tipo de comidas ricas en azúcares y grasas. Tal vez desde un alfajor triple chocolate, hasta una súper bolsa de papas fritas saborizadas, por ejemplo.

Según un estudio, este tipo de "adicción" o antojo se vincula directamente con el cerebro. Investigadores científicos de la Universidad de Yale (EUA) y del Instituto Max Planck (Alemania) comprobaron que dichos grupos de alimentos podrían llegar a "modificar" al cerebro para que a una persona le surjan más y más ganas de seguir comiéndolos.

"Nuestra tendencia a comer alimentos ricos en grasas y azúcares, la llamada dieta occidental, podría ser innata o desarrollarse como resultado del sobrepeso. Pero creemos que el cerebro aprende esta preferencia", manifestó uno de los autores del importante estudio.

TE PUEDE INTERESAR: "The Whale" con Brendan Fraser abrió el debate sobre la gordofobia: ¿Se puede estar obeso y sano?

Para ahondar en este tema, contamos con la presencia de Fabricio Ballarini, investigador del CONICET y licenciado en Ciencias Biológicas (UBA). "Entender cómo determinados productos, alimentos, se nos tatúan en el cerebro. Los tenemos pegados a la memoria y cuando los evocamos, generamos un montón de dispositivos, de ganas de comer. Asociaciones con desesperación, hambre, aunque puedas estar saciado", inició el especialista.

Y continuó con su análisis: "Somos una de las únicas especies que come por placer, que combinan sabores. Que comen independientemente del hambre. El resto de los animales, a veces, tardan días en volver a comer. Esta es una característica cultural que la tenemos muy aceitada. El mecanismo por el que nos comportamos así tiene que ver con el circuito de recompensa, está relacionado con el placer, la felicidad".

Sobre el estudio científico, Ballarini explicó que "cuando uno come estos productos (grasas - azúcares), hay una reconfiguración de nuestro el cerebro que nos predispone a seguir comiendo y a seguir pensando en estos alimentos".

Mirá el informe completo en el video.

Temas que aparecen en esta nota:

Si te interesó, compartilo

Más para ver