Todos los sábados a las 23hs
Dante Gebel comenzó el programa recordando lo difícil que es ser el hermano menor

Dante Gebel comenzó el programa recordando lo difícil que es ser "El hermano menor"

El conductor revivió anécdotas de su infancia relacionadas a su familia y estableció algunas diferencias con el pasado

Una de las secciones infaltables de La Divina Noche de Dante es esta que recurre a la nostalgia del pasado y la compara con el presente a través de distintos tópicos que va sugiriendo el conductor con la siempre compañía de Camilo Quintana. En el programa de la fecha, el conductor le puso por título a este momento, El hermano menor, y remarcó cómo cambiaron los tiempos, ya que antes la vida del que nacía último no era tan fácil como quizá hoy. "Nada de ser los más malcriados o los más mimados, eso es ahora, ¡en mi tiempo era al revés!, éramos un lastre, el fruto de un imprevisto, de un accidente, no éramos buscados", revela Gebel. 

El pasado del conductor de La Divina Noche se escribió en el barrio de Billinghurst, San Martín, provincia de Buenos Aires. Allí, en una modesta casa, vivía junto a sus padres y sus cuatro hermanos mayores, con quien asegura no fue fácil la convivencia. "Con los dos más grandes, había mucha diferencia de edad, más que hermano era como un sobrino. ¡Era un nieto, mirá lo que te digo!", dice entre risas. 

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: "Velorio en casa", el monólogo de Dante Gebel para abrir el programa

Una de las cosas que padecía el conferencista al momento de cursar la etapa escolar, era que la mayoría de su ropa y útiles eran heredados y las condiciones no eran las mejores. "Nunca me compraron algo nuevo, mi primer calzoncillo propio, a estrenar, lo tuve a los 16 años. Cuando iban de compras, yo iba a ver qué se compraba mi hermano mayor, porque eso era lo que algún día iba a ser mío, aunque me llegara todo hecho percha", bromea Dante. 

Ya acercándose al final, Gebel asegura que aunque hubo cosas que no fueron del todo glamorosas por ser el más chico y que las comparaciones con sus antecesores representaban un dolor de cabeza, no cambiaría nada de lo vivido. "Pero así y todo, eran mis hermanos, mi familia, y como siempre digo, éramos felices y no nos dimos cuenta", cierra. 

¡Mirá el monólogo completo! 

Temas que aparecen en esta nota:

Si te interesó, compartilo

Más para ver