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Vivir con miedo: ni la perimetral detiene al violento

Carolina convivió once años con su agresor, cuando por fin logró separarse hizo sis denuncias y a pesar de obtener una perimetral, el hombre no cumplió pero la policía nunca lo detuvo.

Diez días antes de separarse, la expareja de Carolina, un hombre de apellido Quiroga, le tiró la puerta de su casa abajo. Tras 11 años de convivencia, la mujer logró por fin terminar con la relación y esa noche, el agresor comenzó a amenazarla con un cuchillo y a pincharse en su abdomen con la misma.

"Como un psicópata, arrastraba la cuchilla por las paredes de la casa", recordó la mujer, que resiste la situación junto a sus 6 hijos en su hogar de la localidad bonaerense de Ensenada. 

"Él se vuelve violento cuando empecé a estudiar enfermería", aseguró Carolina a la vez que recalcó que antes él no era así aunque tiene adicción a la cocaína y al acohol. Además, la mujer describió cómo ella terminó desarrollando una diabetes producto del stress que le disparó el abuso pscológico al que fue sometida.   

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Según explicó la víctima "él debería estar internado" porque en las pericias psicológicas se llegó a la conclusión de que es una persona violenta para él mismo y para terceros. En este sentido, carolina explicó que la familia del hombre le exige que ella se haga cargo del tratamiento por tener obra social.

"Cuando aprieto el botón antipánico me llaman a los 15 minutos para saber si lo toqué accidentalmente", describió la víctima y advirtió: "Voy a terminar muerta". Carolina compartió audios en los que se escucha a Quiroga amenazarla de muerte.

Visiblemente angustiada, Carolina relató los ataques de pánico por los que atraviesa cada vez que lo ve y aseguró que está "muy cansada" y que por eso, lo denuncia en lso medios. 

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