Cónclave en APTRA

Mientras en el estudio todo parecía transcurrir con normalidad —aire acondicionado, mates y patas al aire—, puertas adentro de APTRA se vivía una jornada cargada de tensión. En estas horas se define el futuro de Evelyn von Brocke dentro de la asociación, en un debate que ya fue bautizado por algunos como “el día del juicio”. Cada parte expuso su postura y ahora la comisión tendrá diez días para tomar una decisión que promete dejar heridas.

El clima es tan espeso que nadie se anima a minimizarlo. Lo que suele ser época de brindis, balances y festejos de fin de año, se transformó en un trago amargo: asamblea, reproches y pedidos de sanción. Algunos hablan de correctivo, otros directamente de expulsión. Y como suele pasar en APTRA, nada es tibio.

Marcelo Polino fue uno de los que llevó la discusión a un punto de no retorno, mientras otras voces intentaron bajar un cambio. “Expulsar ya es demasiado”, se escuchó decir, marcando que el castigo podría ser fuerte, pero no terminal. Sin embargo, la palabra “expulsión” ya está sobre la mesa y nadie la puede desoír.

En medio del tembladeral, Evelyn se mostró entera. Con más de tres décadas en televisión, aseguró estar tranquila, aunque el ruido alrededor sea ensordecedor. La paradoja es cruel: para algunos es una compañera histórica de Bendita; para otros, un nombre a sancionar. APTRA decide, y el veredicto promete sacudir el avispero.

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