Nicole: de policía a actriz erótica

Una integrante de la Policía generó un fuerte debate interno tras confirmar que no es la única miembro de la fuerza que comercializa contenido para adultos, una práctica que —según señaló— también realizan varios compañeros varones, algunos incluso utilizando uniforme.

 

La agente aseguró que la sanción disciplinaria recayó solo sobre ella, pese a que existen “casos similares o peores” dentro de la institución. “Se filtra material de hombres con uniforme y no están suspendidos. A mí me exponen porque soy mujer”, afirmó durante la entrevista.

 

La discusión se intensificó cuando se mencionó que el contenido que generó la controversia incluía uniforme policial real, con escudo visible, lo que implica una posible falta grave dentro del reglamento. Sin embargo, la agente aclaró que en las plataformas de adultos utilizaba solo disfraces, no vestimenta oficial.

 

La situación abrió varias preguntas dentro de la fuerza respecto de los límites entre la vida privada y la vida institucional, así como sobre la necesidad de criterios más claros y equitativos. Además, la agente denunció que recibió reportes en Instagram y pérdida temporal de su cuenta tras la viralización del caso.

 

El episodio volvió a encender el debate sobre doble vara, exposición mediática y misoginia institucional, un tema que se suma a la discusión contemporánea sobre derechos laborales, privacidad y regulaciones internas en las fuerzas de seguridad.

 

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