Reforma laboral: ¿Qué cambios vienen?

El proyecto de reforma laboral que debate el Congreso introduce cambios de fondo en la organización del trabajo, con el “banco de horas” como eje central. Este sistema propone una nueva forma de registrar, distribuir y compensar las horas trabajadas, permitiendo reorganizar la jornada según las necesidades productivas sin recurrir necesariamente al régimen tradicional de horas extra.

 

La iniciativa tomó relevancia tras la experiencia reciente de Grecia y ahora concentra el análisis de legisladores, sindicatos y empresarios. La posible desaparición del esquema clásico de recargos del 50% y 100% impulsó un examen detallado del articulado y de las explicaciones brindadas por el Gobierno a los distintos actores involucrados.

 

El borrador más reciente habilita acuerdos escritos entre empleadores y trabajadores para fijar un régimen propio de horas extraordinarias, siempre bajo el principio de voluntariedad. Los pactos deberán detallar límites, modalidades y métodos de control verificables para garantizar un registro fehaciente del tiempo trabajado y del tiempo a disposición.

 

Según el proyecto, el banco de horas permitirá acumular más horas en días de alta demanda y compensarlas luego con francos o jornadas reducidas. A diferencia del sistema actual, los recargos por horas extra serían inferiores, con el objetivo de reducir costos empresariales pero preservando descansos y condiciones mínimas para los empleados.

 

El texto también señala que el modelo argentino no replicaría los extremos de Grecia —donde la jornada puede llegar a 13 horas ocasionales—, sino que se ajustaría a topes fijados por cada sector o empresa. La compensación podría adoptarse en tiempo libre o en pagos adicionales, según los acuerdos colectivos o institucionales.

 

Otro cambio estructural es la prevalencia de los convenios por empresa sobre los convenios de actividad. El Gobierno argumenta que esta medida busca una mayor adaptación a cada establecimiento, aunque sindicatos advierten que podría debilitar la negociación sectorial. Además, se elimina la “ultraactividad”, por lo que un convenio que no se renueve dejará de regir una vez vencido.

 

El proyecto incorpora reglas específicas para el trabajo a tiempo parcial, que podrá incluir horas suplementarias bajo acuerdo voluntario sin superar la jornada máxima legal. También habilita a los convenios colectivos a limitar su alcance y definir mecanismos para pasar a tiempo completo.

 

Las fuentes consultadas remarcan que cualquier modalidad de banco de horas deberá garantizar la protección del trabajador, respetar descansos mínimos y contar con controles estrictos. La propuesta se presenta como una de las reformas más profundas en décadas y se posiciona en el centro del debate por la modernización del mercado laboral argentino.

 

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